Seguidores

martes, 25 de mayo de 2010

doki y la importancia del deporte




El deporte ayuda a los niños a desarrollarse física y mentalmente, a estar sanos, y a relacionarse de una forma saludable con otros niños. Estar en forma es estar sanos. Y esta es una regla general.

Del mismo modo que los adultos, los niños deben encontrar y practicar un deporte que les guste. Al principio puede costarle iniciar y seguir el ritmo, pero si el niño cuenta con el apoyo, la determinación y la seguridad de los padres, todo caminará.


El deporte infantil y la salud
No se puede olvidar de que los más pequeños deben hacer ejercicio que les diviertan a la vez. De esta forma, se notará un aumento en su autoestima y la pérdida de algún miedo que pueda existir. El deporte no solo es bueno para la salud física del niño como también para su salud mental. Le ayudará a tener más confianza en sí mismo, a relacionarse mejor con los demás, e incluso a superar alguna enfermedad como el asma.

El dibujo en la infancia



Una de las primeras actividades que realizan los niños es colorear, hacia el año y medio de edad descubren que pueden dar color a las figuras, ellos se entretienen y dan rienda suelta a su imaginación; posteriormente comenzarán a dibujar y algunos de ellos comenzarán a pintar.

La pintura es un arte que puede ser realizado por los niños. A partir de los 3 años cuando ya pueden sostener firmemente un pincel, pueden comenzar a dibujar y pintar disfrutando de una actividad divertida, relajante y beneficiosa. Esta edad también coincide con la independencia de la creatividad del niño quien comienza a sentir la necesidad de expresarse, siendo la pintura una buena manera de hacerlo.

Para pintar es necesario mezclar colores, por lo que los niños descubrirán que pueden conseguir un sin fin de tonalidades y texturas. Asimismo podrán hacer trazos diferentes con presionar más o menos el pincel, o cargar más o menos el pincel con pintura.
El dibujo y la pintura que realiza un niño, puede ser utilizado por psicólogos para conocer sus sentimientos, que usen uno o determinado color no significa necesariamente algo negativo.

Las amistades durante la infancia

El establecimiento y la conservación de amistades son de importancia crítica para el desarrollo social y emocional de un niño.Los padres de niños de la escuela primaria deben aprovechar la oportunidad de introducir buenas amistades en la vida de su hijo antes de que llegue a la preadolescencia. Al hacerlo, los padres están preparando el camino para que su hijo continúe cultivando amistades de confianza y ayudan a rodear al niño de buenas influencias.

La conexión

Los niños comienzan a seleccionar selectivamente a sus amigos en la escuela primaria.
Una vez que un niño elige a sus amigos, los padres desempeñan un papel importante al alentar el establecimiento de relaciones más profundas y perdurables.

Niños y niñas

Para mantener una amistad basada en la igualdad, las amistades entre sexos no son tan confiables como las amistades del mismo sexo. Es posible que en un entorno público los niños se burlen de otro niño por asociarse con una niña, lo que perturbará el equilibrio natural de la amistad entre un niño y una niña.
Los niños tienden a ser más“libres” con sus amigos y mantener un núcleo sólido de amigos (continuamente añadiendo más) en su círculo interno, y pueden o no escoger uno o dos mejores amigos del grupo.

Por otro lado, las niñas desarrollan amistades estrechas e intensas. No añaden muchas amigas a su círculo existente, pero reemplazan a las que pierden. Las niñas tienden a formar grupos de mejores amigas mutuas.

Resolución de problemas

Si un niño comienza a imitar la conducta ofensiva de un amigo, los padres deben tomar medidas para desalentar tal amistad en particular. Los padres pueden tratar de hablar directamente con el niño y explicarle sus inquietudes, pero una estrategia más positiva es simplemente fomentar amistades diferentes y organizar reuniones que las favorezcan.

Los niños que tienen problemas para establecer y conservar amistades pueden beneficiarse asistiendo a sesiones de terapia de grupo junto con el padre o la madre a fin de determinar la fuente del problema y fijar metas personales para hacer amigos.

martes, 18 de mayo de 2010

Vídeo educativo sobre la alimentación infantil

El autismo infantil


El autismo es un trastorno infantil que suele darse preferentemente en niños que en niñas.
Las habilidades de un niño autista pueden ser altas o bajas dependiendo tanto del nivel de coeficiente intelectual como de la capacidad de comunicación verbal.

¿Cuales son las causas del autismo?
Las causas del autismo aún son desconocidas. Pero existen algunas teorías:
1. Las relaciones del niño autista y su entorno y medio social. Se dice que el autista es así porque no ha recibido afectividad cuando era pequeño. Que ha tenido padres distantes, fríos, demasiado intelectuales.

2. Deficiencias y anormalidades cognitivas. Parece existir alguna base neurológica aunque no está demostrada.

3. Ciertos procesos bioquímicos básicos. Se ha encontrado un exceso de secreción de Serotonina en las plaquetas de los autistas.

Síntomas que pueden indicar que el niño sea autista:
- Acentuada falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
- Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.
- Ausencia de capacidad de imitación.
- Ausencia de juego social.
- Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
- Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.
- Ausencia de actividad imaginativa, como jugar a ser adulto.
- Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación.
- Anomalía en la forma y contenido del lenguaje.
- Movimientos corporales estereotipados.
- Preocupación persistente por parte de objetos.
- Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.
- Insistencia irrazonable en seguir rutinas con todos sus detalles.
- Limitación marcada de intereses, con concentración en un interés particular.

¿Lo que deben hacer los padres?
Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas educacionales apropiadas. El autismo es una enfermedad y los niños autistas puede tener una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas.
Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes de manera que se sientan bien consigo mismos. El psiquiatra, además de tratar al niño, puede ayudar a la familia a resolver el estrés; por ejemplo, puede ayudar a los hermanitos, que se sienten ignorados por el cuidado que requiere el niño autista, o que se sienten abochornados si traen a sus amiguitos a la casa. El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar a los padres a resolver los problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un niño autista y orientarlos de manera que puedan crear un ambiente favorable para el desarrollo y la enseñanza del niño.

La alimentación infantil

Si el niño está o no bien alimentado durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse, pensar analíticamente, socializarse efectivamente y adaptarse a nuevos ambientes y personas.
La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psiquico y social de los niños.

Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia.

Es en este periodo que los niños podrán adquirir buenos habitos durante la comida en lo que se refiere a la variedad, al sabor, etc.Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo

viernes, 14 de mayo de 2010

Spot TV - Importancia de los padres en la educación infantil

Cómo tratar la agresividad en las aulas

Enfrentando la Agresividad Infantil:

Como profesores, nos toca enfrentarnos en ocasiones a niños agresivos, manipuladores o rebeldes. No siempre sabemos muy bien cómo debemos actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a cambiarla.

1. ¿Por qué es importante detectar este problema en edad temprana e intervenir a tiempo?
Si el comportamiento excesivamente agresivo en la infancia no se trata a tiempo, ello deriva en fracaso escolar y en conducta antisocial en la adolescencia y adultez. Lo anterior ocurre porque la agresividad trae al niño dificultades para socializarse a lo largo del desarrollo y adaptarse o integrarse a su propio ambient, cualquiera sea éste.

2. ¿Qué entendemos por "agresividad infantil"?
Existe agresividad cuando el niño emite una determinada conducta que provoca daño a una persona u objeto, de manera intencionada, ocasionando daño físico o psíquico, directo (empujones, patadas, gritos, insultos, etc.) o indirecto (ataca los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto). Existe agresividad contenida cuando el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración.

3. ¿Cuáles son las causas de la "agresividad infantil"?
Hay teorías que dicen que la frustración facilita la agresión, pero que no es una condición necesaria para ella. Conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos. Cuando un niño emite una conducta agresiva reacciona ante un conflicto, el que puede resultar de problemas de relación social con otros niños o con los mayores, respecto de satisfacer los deseos del propio niño, problemas con los adultos surgidos por no querer cumplir las órdenes que éstos le imponen, o problemas con adultos cuando éstos le castigan por haberse comportado inadecuadamente, o con otro niño cuando éste le agrede.

El conflicto, provoca en el niño cierto sentimiento de frustración que le hace reaccionar de acuerdo a su experiencia previa particular. El niño puede aprender a comportarse de forma agresiva porque lo imita de los padres, otros adultos o compañeros (modelamiento). Cuando los padres castigan mediante violencia física o verbal se convierten para el niño en modelos de conductas agresivas. Cuando el niño vive rodeado de modelos agresivos, va adquiriendo un repertorio conductual caracterizado por una cierta tendencia a responder agresivamente a las situaciones conflictivas.

Se ha demostrado que tanto un profesor o padre poco exigente como uno con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño, fomenta el comportamiento agresivo en los niños. Otro factor influyente en la agresividad de los niños es la incongruencia en el comportamiento de los padres o profesores, por ejemplo, cuando éstos desaprueban la agresión castigándola con otra agresión física o conducta amenazante hacia el niño. También existe incongruencia cuando una misma conducta unas veces es castigada y otras ignorada, o bien, cuando el padre o profesor regaña al niño pero la madre, u otro profesor, no lo hace.

También las relaciones deterioradas entre los propios padres provoca tensiones que pueden inducir al niño a comportarse de forma agresiva. Finalmente cabe mencionar también el déficit en habilidades sociales necesarias para afrontar aquellas situaciones que resultan frustrantes: la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a menudo conduce a la agresión.

4. ¿Qué pasos se deben seguir para evaluar adecuadamente la conducta agresiva de un niño?

Ante una conducta agresiva emitida por un niño lo primero que se debe hacer es identificar los antecedentes y los consecuentes de dicho comportamiento. Los antecedentes nos dirán cómo el niño tolera la frustración, qué situaciones frustrantes soporta menos. Las consecuencias nos dirán qué gana el niño con la conducta agresiva. Debemos también evaluar si el niño posee las habilidades cognitivas y conductuales necesarias para responder a las situaciones conflictivas que puedan presentársele. También es importante saber cómo interpreta el niño una situación, ya que un mismo tipo de situación puede provocar un comportamiento u otro en función de la intención que el niño le adjudique. Evaluamos así si el niño presenta deficiencias en el procesamiento de la información. También es importante identificar las situaciones en las que el comportamiento del niño es agresivo.

5. ¿Cómo podemos actuar ante la conducta agresiva del niño?
El objetivo es siempre reducir o eliminar la conducta agresiva en todas las situaciones que se produzca, pero para lograrlo es necesario que el niño aprenda otro tipo de conductas alternativas a la agresión. La intervención debe tener siempre dos objetivos a alcanzar: la eliminación de la conducta agresiva y la potenciación o el aprendizaje de la conducta asertiva o socialmente hábil alternativa.

En el caso de un niño en el que se mantiene la conducta agresiva por los reforzadores posteriores, se trata de suprimirlos, porque si sus conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que sus conductas agresivas ya no tienen éxito y dejará de hacerlas. Este método se llama extinción y puede combinarse con otros, como por ejemplo, el reforzamiento positivo de conductas adaptativas.

Otro método es no hacer caso de la conducta agresiva pero se debe estar atento porque sólo funciona si la recompensa que el niño recibe y que mantiene la conducta agresiva es la atención prestada. Ahora, si la conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas para otras personas no puede usarse, tampoco si el niño puede suponer que con la indiferencia lo único que hacemos es aprobar sus actos agresivos.

Existen asimismo procedimientos de castigo como el"tiempo fuera" o el "coste de respuesta". En el primero, el niño es apartado de la situación reforzante. Se utiliza bastante en la situación clase. Los resultados han demostrado siempre una disminución en dicho comportamiento. Los tiempos han de ser cortos y siempre dependiendo de la edad del niño. El máximo sería de 15 minutos para niños de 12 años.

El coste de respuesta o castigo consiste en retirar algún reforzador positivo contingentemente a la emisión de la conducta agresiva. Puede consistir en pérdida de privilegios como no ver la televisión. Debe utilizarse de manera racional y sistemática, y no debe depender de nuestro estado de ánimo, sino de la conducta emitida. Es importante tener en cuenta que al aplicar el castigo no se debe regañar o gritar, porque esto indica que nuestra actitud es vengativa y con frecuencia refuerza las conductas inaceptables. Tampoco debemos aceptar excusas o promesas por parte del niño. Siempre es importante dar al niño una advertencia o señal antes de que se le aplique el castigo. No hay que esperar a que el niño emita toda la cadena de conductas agresivas para aplicar el castigo, debe hacerse al principio. Cuando el niño es mayor, conviene utilizar el castigo en el contexto de un contrato conductual, puesto que ello ayuda a que desarrolle habilidades de autocontrol.

El castigo físico no es aconsejable porque sus efectos son generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del niño.

Es importante no olvidar que si montamos un programa para cambiar la conducta agresiva que mantiene un niño hemos de tener en cuenta que los cambios no van a darse de un día a otro, sino que necesitaremos mucha paciencia y perseverancia si queremos solucionar el problema.

domingo, 9 de mayo de 2010

La interculturalidad en las aulas

Todos sabemos que la interculturalidad es un aspecto que está muy presente hoy día en nuestra sociedad. Nosotros los maestros tenemos la obligación de explicarles este tema a nuestros niños, ya que es algo que les va a afectar a lo largo de toda su vida. Los niños tienen que ser capaces de comprender que todos en este mundo somos iguales, aunque nos diferenciemos físicamente unos de otros, y es más, es algo con lo que van a tener que vivir siempre, ya que en nuestras aulas, en nuestra sociedad, nos encontramos con diversas personas que pertenecen a culturas, religiones, sociedades diferentes a las nuestras, y nuestro deber como profesores es fomentar la amistad y el compromiso entre ellos, para evitar que sigan surgiendo diferentes tensiones entre unos y otros y se vaya olvidando la discriminación.
La interculturalidad es un aspecto favorable para nuestra sociedad, ya que todas las personas podemos aprender de las demás, y fomenta las relaciones entre unos y otros.
¡¡ Fomentemos las diversidad a los más pequeños!!

miércoles, 5 de mayo de 2010

BIENVENIDA

¡Hola a tod@s! Bienvenid@s a mi nuevo blog, en el que poco a poco iré creando entradas referentes al ámbito de la educación infantil. Espero que os guste y que comentéis.
¡¡Muchas gracias!!